La prevención y la detección precoz resultan fundamentales a la hora de tratar los problemas que surgen del pie diabético.
La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica que se caracteriza por un trastorno en la glucosa como consecuencia de un déficit relativo o absoluto de insulina. La hiperglucemia crónica tiene consecuencias a largo plazo para la salud y provoca disfunción e insuficiencia de diversos órganos, viéndose especialmente afectados los ojos, los nervios, los riñones, el corazón y los vasos sanguíneos.
El pie diabético es una complicación que da lugar a la infección, ulceración y/o destrucción de los tejidos profundos relacionados con alteraciones neurológicas y diferentes grados de la enfermedad vascular periférica en las extremidades inferiores. La alteración de la glucosa asociada con diferentes problemas vasculares y neuropáticos que padecen los pacientes con diabetes puede desarrollar el pie diabético.
Existen tres grados:
- Pie de alto riesgo. Pacientes con antecedentes de ulceras, amputaciones, vasculopatía periférica o neuropatías.
- Pie de riesgo moderado. Presenta las complicaciones propias de la diabetes tales como nefropatía y retinopatía, alteraciones en la piel tales como hiperqueratosis, helomas, problemas ungueales, alteraciones en la biomecánica e imposibilidad de realizarse el autocuidado por visión alterada y problemas de movilidad.
- Pies de riesgo bajo. No se dan ninguna de las características anteriores.
En Clínicas FAMED realizamos protocolos de prevención para el pie diabético, análisis biomecánicos y enseñamos a nuestros pacientes, familiares y cuidadores el cuidado y tratamientos que minimizan el riesgo de la diabetes en los pies.